Fuente utilizada en el
estudio de caso resumido: McCann,
Anthony. 2001. “All That is Not Given Is Lost: Irish
Traditional Music, Copyright, and Common Property,” Ethnomusicology 45 (1): 89-106.
También véase: McCann, Beyond the Commons, Music and Copyright. http://musicandcopyright.beyondthecommons.com/vallely.html
En la música irlandesa hay una tradición muy
importante que se llama “la sesión.” La “sesión” implica la participación de
músicos que se reúnen en algún bar, un lugar público, para compartir música
tradicional irlandesa. Algunas veces la “sesión” puede tener participantes
regulares, denominados “anclas”, pero por lo general la “sesión” está abierta a
quienes lleguen a tocar, mientras sigan ciertas reglas de etiqueta, que no son necesariamente
explícitas, y mientras vengan a compartir su participación activa en la
tradición musical. Es un ambiente en el que se mezclan principiantes con
profesionales y donde, por lo general, rige otra jerarquía fuera de la lógica del
mercado. No es concierto; nadie paga entrada.
Los músicos por lo general no son remunerados, con la excepción de unos
pagos a las “anclas” y/o unas bebidas o comidas que los dueños de los bares les
ofrecen a los músicos. La circulación e interpretación de música en este contexto
público incluye el repertorio tradicional así como también melodías cuyos
autores y compositores pueden ser identificados.
Al igual que SOBODAYCOM en Bolivia, Irlanda
cuenta con una sociedad de gestión colectiva que se llama IMRO (Organización
Irlandesa de Derechos Musicales – Irish Music Rights Organization), de la cual
pocos músicos tradicionales son miembros. Para IMRO, cada tema musical representa
una mercancía, pero para quienes participan en la “sesión”, tanto los músicos
como el público, cada pieza musical le pertenece a ese momento social, a ese
compartir, y pertenece a una lógica que no está manejada por el mercado y donde
la autoría tiene más que ver con respeto y capital cultural que con la propiedad.
Si bien algunos músicos profesionales se mueven también en otros ambientes
regidos por el mercado, la “sesión” es un espacio donde todos se encuentran,
donde todos aprenden de los otros, y donde los temas se comparten como regalos,
o acciones recíprocas. Frente a las intenciones del IMRO de cobrar regalías a
la música tocada en las “sesiones”, los músicos irlandeses rechazaron la
propuesta y empezaron una campaña para tomar conciencia sobre el verdadero significado
de la “sesión”.
El intercambio social que se da en la “sesión”
resalta el principio aquel que dice: Aquello que no se comparte, se
pierde. Si la música no se da, la
tradición de compartir música también se puede perder, así como también se
puede perder la tradición irlandesa de entrenar informalmente a los nuevos
músicos.
- ¿En cuáles contextos de
la música boliviana y de fiestas bolivianas se debe tomar en cuenta el
principio semejante a “lo de que no se comparte, se pierde”? ¿Qué significa esto para sociedades de
gestión colectiva como SOBODAYCOM?